Atom Egoyan, paisano de Tigran Petrosian, Levon Aronian y Vladimir Akopian entre otros, ha rodado esta peli en 2015.
Antes de seguir os dejo las críticas que aparecen en Film Affinity.
http://www.filmaffinity.com/es/pro-reviews.php?movie-id=253783
El inquisidor vio ayer en familia (su hijo y su gata persa que responde, cuando le da la gana, al original nombre de “pelusina”) una peli de Atom Egoyan pero el verdadero interés de la película estribaba en la interpretación de Christopher Plummer, 87 años y Martín Landau de 88. El Inquisidor no se extiende sobre estos dos grandes actores, en google está todo.
El Inquisidor se ha metido a cinéfilo sin serlo porque esta película le ha interesado, al margen de la soberbia interpretación de Plummer, por una nueva forma de suspense, una especie de “Soft suspense” que se reinicia una y otra vez en la peli cada vez que el protagonista duerme.
No es un “thriller” al uso, salvo en una escena y no dice mas el Inquisidor pues odia los “spoiler”.
Cree el Inquisidor que la interpretación de Plummer está muy por encima de la película, de hecho es él quien la salva pues parece que el deseo del director es que todo gire alrededor de ella: música, paisaje, fotografía, vestuario, mobiliario (es curioso como la cámara se recrea, aunque indirectamente, en la preciosa casa de madera de la escena final), como si todo lo demás no fuese de interés.
Al Inquisidor le han fascinado el continuo “reseteo” que Egoyan hace con el personaje de Plummer, y aún más su interpretación. El Inquisidor refrena su deseo de “hablar” de la peli para no descubrir sus secretos.
El personaje de Landau es muy corto, pero su interpretación larga y la estética del personaje, su barba, sus ojos, su boca por supuesto, su gestualidad tan apropiada en cada uno de los momentos que aparece en la película, no dejaron indiferente al Inquisidor, claro que Martín Landau es uno de sus iconos cinematográficos. Tiene tres oscar como mejor actor de reparto pero su verdadero mérito, piensa el Inquisidor, fue casarse con la bellísima Bárbara Bain, casi, casi, el primer amor del Inquisidor.
El Inquisidor Dormilon 